1. Visitar un asentamiento indígena actual
La zona fue el hogar de los indígenas Tayrona, antes de la llegada y dominio español. Esta opresión dispersó a los Tayrona (en otras palabras fue un "sálvese quien pueda"), de modo que diferentes sub-grupos de la misma familia surgieron y siguen vigentes al día de hoy. En esta zona de la Sierra, encontramos a las tribus de los Kogui y los Wiwa. Al otro lado de la Sierra, por Valledupar, podemos encontrar indígenas Arhuaco. Los Kankuamo, la cuarta rama familiar, se ha perdido un poco.
Es posible
visitar algunos asentamientos Kogui o Wiwa, como por ejemplo, el de Katanzama. Existen paseos de medio día o de varios días, incluyendo caminatas en la Sierra y hospedajes con familias locales que practican la autosubsistencia. Esto aún es incipiente, pero puedes descubrirlo preguntando a los locales.
PS. Aunque no gusten los toures, ¡no es posible llegar "por tu cuenta" a una tribu! Sería una falta de respeto. | TairoTours - Katanzama y más actividades | +57 313 5421651
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| Senderos Tayrona en reserva Taironaka. Aún no se descubren todos los que la sierra guarda. |
🌴Aprende del tradicional tejido de mochilas Kogui
Dicen que el tejido de los Tayrona es una actividad milenaria que lleva a la meditación, y la fabricación de sus tradicionales
mochilas está inspirada en ¡nidos de pájaros Oropéndula! Principalmente las usaban (y usan) para acarrear diferentes elementos durante sus largas, larguísimas caminatas, entre ellos hojas de coca. Las fabrican de la planta del Maguey o Fique, enroscando cada hebra hasta formar un conjunto de ellas y tiñéndolas, a veces. Es un producto extremadamente resistente... y un retrato vivo de la naturaleza sirviendo al hombre. | La finca
La Jorará ofrece este
taller de tejido.
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| Telar Tayrona, en la Reserva indígena Taironaka. |
🌴¡Conoce restos arqueológicos! Reserva Taironaka
Hace muchos años, una pareja compró una finca con el objetivo de hacer negocios con plantas exóticas. Limpiando el lugar, encontraron extrañas formaciones de rocas que parecían ser...sí, ¡terrazas Tayrona! Así nace la Reserva Taironaka, que conserva estas terrazas y otras varias reliquias de la cultura Tayrona, casi extinta. A mi juicio, una de las "joyas" poco conocidas de esta zona.
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| Los hallazgos de Taironaka permanecen dentro de esta reserva, que también es un hotel. |
Taironaka es un recinto privado, de modo que ofrece pasadías para recorrer sus terrazas y museo, en un recorrido que dura aprox. 1 hora. Está incluido para quienes se hospeden en su hotel. Dentro del recinto, sobre una de las terrazas, una familia Kogui construyó su propio Bohío, que frecuenta para celebrar ritos, matrimonios o solo para pasar la noche. Es posible coordinar con el hotel pedirles un ritual de "Protección" (valor $15mil).
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De todas, la del Poporo es la tradición que más me impresiona. Hombres Tayrona siguen usando esta herramienta a diario, para echar cal en su boca al masticar hojas de coca y meditar.
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Reserva y hotel Taironaka - +57 317 6668836 | Para llegar a Taironaka hay dos opciones: caminar unos 20 minutos de desde la carretera (pueblo Don Diego) o tomar desde allí un paseo en lancha (10 min., incluido en el valor del hospedaje).
2. Caminatas entre naturaleza y arqueología: la Ciudad Perdida
La caminata a Ciudad Perdida ofrece contacto con la naturaleza desde el bosque de la sierra, y la opción de ver un asentamiento Tayrona desde cerca. Eso es el "a favor". A mi juicio, en contra está el hecho de que no considero necesaria una caminata de 3 o 4 días para ver vestigios de asentamientos indígenas (leyendo el punto previo, Tayronaka, verás que los hay a 15 minutos de la Troncal), sumado a la humedad y mosquitos constantes que vienen gratis incluidos con el paseo.
Para ir a Ciudad Perdida es necesario contar con unos 4 días aprox., y contratar el servicio con
agencias (hay ¡varias!). En momentos de pandemia, era requisito también un certificado negativo de COVID (PCR). | El valor del tour está en alrededor de $1.000.000 COP.
3. Caminatas y playa en el parque nacional Tayrona
Por esta vía está el acceso al Parque Natural Tayrona, que ofrece circuitos y playas, de modo que ofrece entretención para caminantes o para los amantes del mar. No es necesario ir con guía.
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| Rocas, sal y arena, la extraña combinación de las playas que habitaban los indígena Tayrona |
Testimonio | Personalmente, pese a que los paisajes son para enamorarse con su combinación de arena, rocas y bosque tropical...no disfruté para nada la cantidad de gente que encontré ¡incluso en pandemia! O quizás, más que cantidad era calidad de la gente. Muchos caminantes cargaban parlantes portátiles con Reggaeton a fondo, que no combina precisamente con un panorama de senderos ancestrales.
- Rutas | La ruta general considera caminar desde Zaino hasta Cabo San Juan, para luego volver. En nuestro caso, comenzamos temprano (7.00 am comprando entrada en Taquilla) la Caminata a Cabo San Juan, parando en la primera playa donde pudimos bañarnos, que estaba señalizada con bandera amarilla (aprox 2.5hrs). Luego, realizamos vuelta por otro lado, ascendiendo desde Cabo hasta la salida por Calabazo (dura, 3.5 horas aprox., generalmente en subida).
- Transporte | Santa Marta a Zaino (Taxi por $100.000COP, 1 hora aprox.) + ya dentro del parque, buseta desde Zaino hasta el sendero peatonal ($5mil/persona). Volvimos en el bus local, a $6mil/persona.
- Apertura | Cada año durante unas semanas, el parque cierra. Revisar que esté abierto es importante sobre todo en pandemia. Se sugiere evitar fechas muy concurridas (feriados), ya que hay cupos limitados.
- Entradas | Con fecha Mayo de 2021, a las 7 am. nos fue posible comprar la entrada en la taquilla de Zaino. La entrada a Tayrona para extranjeros tiene un valor de $50.000 aprox., además de un "seguro médico" por $5mil extra que nunca supe si era Scam o no.
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| Senderos en Parque Tayrona |
👀¿Dormir dentro del parque nacional Tayrona? Es una opción; lo "bueno" es que si quieres visitar el parque, así tienes dos días pagando solo una entrada, y te permite ver el parque "sin gente" cuando se van todos los que visitan por el día. Sin embargo hay que entender que en ese caso te amarras a los horarios del parque, y tal vez sea más caro que fuera de este.
4. Yoga, fincas de café y cacao y misticismo en Minca
El pueblo de Minca posee una iglesia, unas tiendas de productos artesanales y algunos restaurantes, pero la verdad... no tiene gran atractivo. Lo especial de Minca está ¡en sus montañas! Fincas cafeteras y de cacao, magia y atardeceres increíbles, permacultura y bioconstrucción. Descubre Minca.
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Las vistas desde la Sierra en Minca siempre tienen algo especial.
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5. Caminar y conectarse con la naturaleza en general
Bueno, la zona de Magdalena es básicamente eso... naturaleza. No se necesita un guía para explorar senderos, solo las ganas de hacerlo y preguntar a los locales. Ni siquiera se necesita caminar, pues algunas opciones te las ofrecen con cabalgatas, pero siempre me parece más romántico usar las piernas.
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| Solitaria ruta hacia la playa desde el pueblo de Guachaca |
Dada la cercanía con varios ríos, es posible visitar cascadas y pozos, que incluso se consideran sagrados desde tiempos ancestrales.
🌄 En cuanto a ríos, de norte a sur,
- Cascada Los Coquitos
- La unión de dos ríos cerca del pueblo Don Diego, donde río Don Diego se abraza al Don Dieguito. Al venir uno directo desde la Sierra, tiene la temperatura del agua ¡considerablemente más fría que el otro!, lo que genera un punto de combinación térmica. (Ojo: a veces dicen que es agua "caliente" y agua fría, lo que no es así...)
- Quebrada Valencia
- Río Las Piedras, cerca del sector Los Naranjos
🌅 En cuanto a playa, de norte a sur,
- Hay varias salidas a la playa desde la troncal, solo que los caminos no están claramente marcados. Siempre es mejor ¡preguntar! Y rezar para que no hayan sido privatizados. Preguntando, por ejemplo, encontramos una entrada hacia la playa entre los pueblos de Guachaca y Buritaca, donde hay cartel vertical que dice Koralia. O la entrada a una solitaria playa tomando la ruta hacia el mar, frente al camino a Ciudad Perdida, en la zona de la Aguacatera.
- Playa Los Ángeles tiene una entrada privada, ya que un hotel se instaló acá. Lamentablemente cobran una entrada ($15mil) por ingresar, pero si vas después de las 5pm. -y con pretexto de ir a cenar- es posible que logres comerte esa plata.
- Playa Los Naranjos me pareció muy bella, similar a las del parque Tayrona y su complexión única, mezclando grandes rocas de edades increíbles con la belleza del mar. También la entrada es privada, pero posee un lindo Bar playero y taquería (Maloka) que puede ser la excusa de la visita.
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| Paisajes ermitaños en la playa de Koralia, cerca de Buritaca |
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6. Avistamiento de aves
Colombia es una de las naciones con mayor biodiversidad de aves del mundo. Dentro del bosque tropical de esta zona se vive un coro constante, que sumado a los cantos de los insectos, invita a conectarse con lo que sucede. Aunque no estés buscando activamente pájaros (la actividad "avistamiento de aves" me sonó siempre de abuelos, no sé por qué tengo ese prejuicio) es posible encontrar Tucanes, Guacamayas, Ardilleros y otras especies por allí. Si te interesa, es buena idea preguntar a los hospedajes o lugares donde harás actividades para que te den las mejores indicaciones de horarios.
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Un pequeño Tucán posa al lado de una terraza Tayrona a mediodía. Reserva Taironaka.
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7. Visitar una finca de cacao (y otros cultivos)
Hay distintas fincas que puedes visitar, preguntando a los locales.
- En Finca La Selvita, cerca de Buritaca, el francés Polo ha construido desde cero su casa y aprendido de forma autodidacta sobre el cultivo de diversas frutas tropicales, aguacate y cacao. Hoy, trabaja el cacao desde sus inicios hasta fabricar deliciosas pastas de cacao con coco y banana, entre otros productos frutales. La Selvita ofrece también hospedaje; esta es una experiencia natural y exótica como pocas, ideal para desconectarse (del ajetreo) y conectarse (con la naturaleza). | La Selvita - contacto Polo +57 320 6961589
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| Recorriendo las dos hectáreas de La Selvita, recogiendo aguacate y otras frutas |
- La finca La Jorará organiza, entre otras actividades, el Tour del Banano. Durante 2 horas, te enseñan los tipos de banano orgánicos de su finca, y te permitn plantar tu propia mata de banano. El recorrido termina con una degustación de las principales preparaciones costeñas en base a banano, como patacones con suero o panqueques de banana. ¡YUM! Ofrecen también clases de cocina de la gastronomía local. | Finca La Jorará +57 313 4274434
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| Una mata de "hijos" de plátano, lista para ser Patacón |
8. Enamorarse desde un mirador
¡Uf! Vistas hay para "regodearse", como dicen por ahí. Es recomendable no subir cerca de atardeceres para después no tener que bajar a oscuras -claro- aunque tampoco en horarios en que el sol pegue fuerte. En la mañana, ideal. Acá una lista de mis mejores miradores.
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| Desde lo alto en el hostal Nüwi |
- Puerto Alto | Uuuuf, una subida empinada como ella sola, pero son 15 minutos tortuosos que valen la pena. Puerto Alto es un hotel pero también ofrece pasadías, de modo que los viajeros que llegan sin aire y deseando un vaso de agua fría pueden pasar el rato disfrutando de su piscina y comida. | Pasadía de almuerzo + cocktail + estadía a $50mil. Nota: si lo que buscas es tranquilidad y oír el sonido de la selva, no creo sea el mejor lugar, ya que la onda es bastante juvenil.
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| Vista y piscina de Puerto Alto, con el mar de telón de fondo |
- Quetzal Dorado | Llegar a este mirador es "fácil" gracias a sus escaleras, aunque, bueno, igual quedas sin aire y transpirando - cosas que pasan con la humedad de Magdalena. Quetzal ofrece los mejores atardeceres de la zona, con vistas al bosque selvático más denso y algunos ríos que lo cruzan. Tiene restaurant además de hospedaje, de modo que es posible quedarse disfrutando un Happy Hour por mientras. O quizás, su piscina, o su mesa de pool. ¡Era un lugar bien dotado para entretenciones!
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| Atardecer mágico desde Quetzal Dorado |
- La Selvita | Este espacio fue construido a mano recientemente , por un emprendedor enamorado de la sierra (como tantos). Ofrece vistas encantadoras hacia el mar. Es posible llegar solo tras una caminata de 20 min. aprox. desde las cercanías a Buritaca hacia la sierra, camino en el que se pueden ver monos aulladores y otras especies nativas.
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La Selvita es un lugar especial. único. La luz de este día no ayuda, pero el mar escolta al fondo.
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9. Visita la ciudad colonial de Santa Marta
Una de las primeras ciudades coloniales del cono Sur y la primera de Colombia. Santa Marta posee varios recorridos guiados que puedes hacer para aprender de su historia, visitar su Museo del Oro, o la finca donde el libertador Bolívar pasó sus últimos días.
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Estatua de Bolívar en el parque Bolívar
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10. Visita el pueblito de Palomino 🌴
Para bañarse en el mar no lo recomendaría, pero es un pueblito un poco hippie y multicultural (lleno de extranjeros) donde encuentras ricos fogones para tomar una cervecita, locales para hacer yoga y más. Lee sobre Palomino.
12. ¡Más allá de la Troncal! Conoce el desierto de La Guajira
Si sigues hacia el Norte, el camino te llevará a la región de La Guajira, que comienza en el pueblo tropical de Palomino. Más allá te encontrarás con la gran ciudad de Riohacha, y los extraños paisajes del
Desierto de La Guajira. También es posible ver cultura indígena en esta zona, aunque con diferentes tradiciones y colores: los Wayuu.
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Representación de funeral Tayrona hecha dentro de una vasija, Taironaka.
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12. Solo... relax
¡Para eso estamos! La energía única de la sierra de Santa Marta y su vibración invita a eso. No siempre necesitamos algo externo para esto, pero es rico "regalonearse" y dejarse fluir.
- Clases de meditación. La Jorará ofrece clase gratuita de Meditación cada Domingo a las 8 am. en su mirador, que es realmente mágico).
- Un regaloneo más corporal: masaje a domicilio. La señora Denilsa fue uno de los mejores descontracturantes que tuve, +57 311 6784491.
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Mirador que divide el verde del azul
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🛏 ¿Dónde dormir en la Troncal del Caribe?
Hay varios hospedajes, depende de lo que busques. En orden de Sur a Norte, desde Santa Marta hacia Palomino:
- Personalmente prefiero los hospedajes que están hacia la Sierra; así puedo admirar la vista hacia el mar. Quetzal Dorado fue una buena alternativa; tiene una vista sencillamente increíble.
- Si se busca playa tranquila y "privada", el sector de Los Naranjos es un buen spot. Directamente sobre la playa está Barlovento (es caro), y cerca, el pequeño Casa Isabella, con una atención inmejorable, WiFi decente y rica piscina.
- Taironaka, más que un hotel, es una reserva de flores exóticas, terrazas Tayrona y otros vestigios de esta maravillosa civilización antigua. Quedarse acá es un "todo en uno", conteniendo naturaleza, aves hermosas (pude ver Tucanes) y energías ancestrales.
💻 .. ¿Trabajar en La Troncal del Caribe?
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Dos comentarios en torno a este tópico, para los nómadas digitales:
- Primero, la conexión de internet no es una cosa que dar "por asumida" en esta zona. Los cortes de luz no son extraños y pocos lugares ofrecen un WiFi robusto. Por eso, más que un buen WiFi, aquí pedíamos tener buena recepción de teléfono (Claro), que con sus 4G funciona ¡perfecto! Generalmente esto se da si el lugar no está muy internado en el bosque tropical - en otras palabras, mientras más cerca de la carretera, mejor.
- Segundo, cuando aquí hace calor...hace calor. Si los días están muy soleados, son perfectos para sacar fotos pero no para trabajar transpirando la silla nivel cascada. En este caso, tener espacios ventilados y/o con aire acondicionado es importante.
👍 Si hubiera un lugar donde puedo decir logré el cometido, ambas variables consideradas, fue Casa Isabella. Los chicos del hotel llegaron a ofrecernos hasta su oficina en la Recepción para que tuviéramos un buen espacio.
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| Mezclando la pantalla con el relax en Casa Isabella |
🛺 Cómo moverse en la Troncal del Caribe
- Pasan buses locales regularmente cada 15 min. (30 en cuarentenas o festivos), sea dirección Sur o Norte. El pasaje mínimos es de $2mil.
- El autostop funciona bien, y no está de más para vivir una aventura diferente y aprovechar de ahorrar.
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Esta ruta tiene ¡mucho que ofrecer!
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